-El control es lo perfecto, pues mi bosque es perfecto- Dije.
Sin mediar más palabras y con un ligero gesto de afirmación el Gran Oso levanto su gran culo peludo y con paso sereno se dirigió al linde y sin más desapareció entre la vegetación.
El cuanto el Gran Oso se autodestruyo del entorno apareció Virgio.
-No te embeleses, pues no has terminado tu camino. Si quieres quedarte aquí, no volveré a buscarte pero que sepas que la solución de tus problemas no es la extirpación sin la cicatrización. No serás nadie sin errores, y solo te convertirás en Dios cuando sea lo más humano posible-
No me tome ningún segundo más y nos pusimos en marcha.